Como crear SANGRE NUEVA – HEMO HIM de Atomy

LA SANGRE

Impulsada por el corazón, la sangre recorre todo el organismo por medio de un sistema de vasos sanguíneos. Su funcionalidad es transportar los elementos necesarios para que las células sigan vivas y en desempeño.

La cantidad total de sangre de un adulto medio es de unos 5 litros, que circulan siempre, bombeados por el corazón a un ritmo de 60-70 latidos por minuto. De esos 5 litros, 3 son plasma, y el volumen que sobra lo llenan las células de la sangre, que se desplazan flotando en él.

El plasma es el líquido que transporta las células, los nutrientes, hormonas o productos de desecho.

COMO CREAR SANGRE NUEVA

Las células de la sangre se clasifican en tres tipos:

Glóbulos rojos o hematíes, que dan el color rojo a la sangre. Son chicos discos que llevan dentro suyo una proteína, la hemoglobina, con la capacidad de agarrar el oxígeno de los pulmones y llevarlo hasta las células. Poseemos 4-5 millones de hematíes por mililitro de sangre, y 12-15 gramos de hemoglobina por decilitro de sangre. Un glóbulo rojo vive unos 3 meses, por lo cual tienen que producirse y reponerse a lo largo de toda la vida.

Glóbulos blancos o leucocitos, perfeccionados en la defensa del organismo contra infecciones. Hay de dos tipos:

Neutrófilos: son la mayor parte de los leucocitos, y su funcionalidad es fagocitar todo microorganismo que entre en el torrente circulatorio. Van de él con simplicidad para ingresar en los tejidos donde hay infección, y forman el pus que observamos en las lesiones infectadas.

Su historia media es muy corta: 7-8 horas, por lo cual son las células que se generan en más grande cantidad (la médula ósea fabrica millones de ellos a diario).

Linfocitos: el resto de glóbulos blancos. Proceden además de la médula, desde la que entran en la sangre para colonizar los ganglios linfáticos, el bazo y las amígdalas, formando el sistema inmune.

Plaquetas, pequeñas células que hacen de “ladrillos” para tapar algún rotura de los vasos sanguíneos que genere hemorragia, evadiendo por eso perdamos sangre. Tienen una vida media de 7 días

La sangre tiene dentro de igual modo una sucesión de proteínas solubles que circulan por el plasma y que aceptan al plasma solidificarse y contribuir a tapar las lesiones, desarrollo que llamamos coagulación.

LA MÉDULA ÓSEA

Es el hueso esponjoso que se halla en el tuétano o interior de los huesos, entre un entramado de trabéculas óseas, en cuyos huecos viven las células madre o progenitores hematopoyéticos.

Las células madre generan millones de células todos los días, que devienen en leucocitos, hematíes y plaquetas.

En los mayores, la médula ocupa solamente el interior de los huesos del tronco; los huesos de las extremidades sólo tienen grasa dentro suyo. Se habla del tejido que más rápidamente se reproduce, y para que ande bien, el cuerpo debe tener una correcta proporción de hierro, vitaminas (en particular, B12) y ácido fólico.

EL SISTEMA INMUNE O LINFOIDE

Este sistema reconoce microorganismos o algún cosa rara y los elimina. Este desarrollo, llamado inmunidad, nos protege de infecciones por virus y parásitos y contribuye a evadir la generación de tumores.

El sistema linfoide está conformado por los ganglios linfáticos, chicos nódulos que están en varios sitios del organismo. Ejercen de “depuradoras”, descartando a los gérmenes.

Los ganglios son muy varios cerca de la boca (a los lados y la base del cuello y bajo el mentón), en las axilas y en las ingles. En el interior del cuerpo se agrupan cerca del árbol respiratorio (tráquea y bronquios) y el intestino. El sistema linfoide tiene dentro además el bazo y el hígado

¿CÓMO SE ESTUDIA LA SANGRE? EL HEMOGRAMA

La forma más simple de estudiar la sangre es por medio de el recuento y exámen de las células que circulan por ella (hemograma). Se ejecuta sacando una chiquita proporción de sangre en un tubo con anticoagulante y pasándola por una máquina que sugiere el número de todos los tres tipos de células primordiales de la sangre. La sangre se aprecia al microscopio, para ubicar anomalías en las células.

La estructura del plasma y la concentración de las sustancias que transporta se estudian por medio de otro exámen automatizado que se denomina bioquímica.

Otro exámen servible de la sangre es el estudio de coagulación, que analiza la aptitud de coagular de nuestra sangre.

¿CÓMO SE ESTUDIA LA MÉDULA ÓSEA? EL ASPIRADO Y LA BIOPSIA

El estudio de la médula se ejecuta por medio de una punción de médula ósea. Radica en pinchar el hueso del esternón o la pelvis (por la parte de atrás, a los lados del hueso sacro) con una aguja que atraviesa el hueso y consigue la médula. La punción es dolorosa, por lo cual se aplica con anestesia local. Después se aspira la médula a través de una jeringa. El instante del aspirado puede fastidiar o ser repugnante, pero dura sólo unos segundos y más adelante no duele.

Con este trámite se consiguen 2-5 ml de médula, que se someten a numerosas pruebas:

• se aprecia al microscopio para ver cómo son las células progenitoras y cómo se generan las células hijas, de esta forma como para ubicar la existencia de células tumorales;

• se analizan los cromosomas para ubicar anormalidades que se asocian a leucemias, linfomas o mielomas y para corroborar que desapareció la patología tras el tratamiento;

• se examina la presencia residual en la médula de genes tumorales para continuar la evolución de algunas leucemias o linfomas y corroborar su curación

Otro trámite es la biopsia de médula ósea, donde se injerta una aguja algo más gruesa en la parte de atrás de la pelvis para conseguir un trocito de hueso con su médula intacta.

La biopsia facilita estudiar la arquitectura de la médula, y es que se requiere para el estudio de algunas anomalías de la salud y de los linfomas. Se ejecuta con anestesia local y no deja consecuencias ni mal posterior.

PRINCIPALES ENFERMEDADES DE LA SANGRE Y SU TRATAMIENTO

ANEMIAS

¿Qué es la anemia y por qué se produce? Como vimos, los glóbulos rojos requieren hemoglobina, proteína rica en hierro, para transportar el oxígeno por todo el cuerpo. Si la concentración de hemoglobina cae abajo de lo común, sufrimos anemia.

Para sostener un nivel habitual de glóbulos rojos es requisito que varios órganos funcionen de manera correcta y tengan una correcta aportación de algunas vitaminas (sobre todo ácido fólico y vitamina B12) y hierro.

El riñón secreta una hormona, la eritropoyetina, que impulsa a la médula ósea para producir nuevos glóbulos rojos. Éstos circulan unos 120 días por nuestro cuerpo y después son destrozados en el bazo. Varios de sus elementos, agregado el hierro, se reciclan entonces en el organismo para producir nuevos glóbulos, por lo cual, si perdemos sangre, perdemos hierro.

En condiciones normales, la producción y devastación de glóbulos rojos está balanceada. Pero si nuestro cuerpo produce menos o elimina bastantes, nos vamos a encontrar en un estado de anemia.

Síntomas de la anemia

Varían según el tipo de anemia, su causa o la salud del tolerante. La anemia puede estar asociada a otros desórdenes del organismo (hemorragia, úlcera gastroduodenal, insuficiencia renal, cáncer, etc.), cuyos propios indicios tienen la posibilidad de mostrarse antes que nada.

De igual modo, además influye el nivel y la eficacia con que se contrae la anemia; si es suave o se lleva a cabo lentamente, puede que no notemos síntoma alguno.

Los siguientes indicios son recurrentes a todas las anemias:

• cansancio ágil y pérdida de energía;

• piel pálida; • incremento de la continuidad cardiaca;

• contrariedad para respirar y mal de cabeza;

• mareo;

• contrariedad para concentrarse e insomnio;

• calambres en las piernas.

Otros indicios dependen del tipo de anemia. De esta forma, si ésta hay que a una deficiencia de hierro, los indicios acostumbran ser:

• cabello y uñas frágiles;

• mal en la boca con fisuras en las comisuras de los labios.

Si la anemia hay que a una deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico, los indicios tienen la posibilidad de ser:

• sensación de punzadas en manos o pies;

• pérdida del tacto;

• pérdida del olfato;

• torpeza y entumecimiento de brazos y piernas;

• marcha tambaleante y dificultosa;

• demencia y modificaciones mentales.

Y en la situacion que la anemia sea por hemólisis (destrucción de glóbulos rojos):

• ictericia (coloración amarilla en ojos y piel);

• orina oscura;

• indicios de cálculos en la vesícula biliar (en anemias crónicas).

Hemo HIM para crear SANGRE NUEVA

 

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